Legionella pneumophila bajo el microscopio
Legionella pneumophila bajo el microscopio

La Legionella es una bacteria peligrosa que puede desarrollarse en sistemas de agua estancada, como tanques y tuberías, y representa una amenaza importante para la salud humana. Si bien su presencia en el agua no siempre implica riesgo, en ciertas condiciones puede desencadenar enfermedades graves como la legionelosis o la fiebre de Pontiac. ¿Cómo prolifera esta bacteria y cuáles son las mejores formas de prevenir su aparición? Aquí te lo explicamos.

¿Qué es la Legionella y cómo se desarrolla en aguas estancadas?

La Legionella es una bacteria de origen natural que se encuentra en ríos, lagos y estanques, pero se vuelve peligrosa al multiplicarse en sistemas artificiales de agua, especialmente si esta permanece estancada o a temperaturas cálidas (entre 20 y 50°C). Ambientes como sistemas de aire acondicionado, calentadores de agua y torres de refrigeración suelen ser un caldo de cultivo ideal.

Punto clave: La Legionella se prolifera especialmente en sistemas de agua que no se desinfectan con regularidad o que no cuentan con un mantenimiento adecuado.

La influencia de la Legionella en la salud humana

Cuando una persona inhala pequeñas gotas de agua (aerosoles) contaminadas con Legionella, puede desarrollar enfermedades respiratorias. Estas son las más comunes:

  1. Legionelosis: Es una infección grave que afecta los pulmones y puede llegar a ser mortal, sobre todo en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
  2. Fiebre de Pontiac: Menos grave que la legionelosis, pero igualmente preocupante, provoca síntomas similares a una gripe y puede afectar a personas de cualquier edad.

Importante: Aunque estas enfermedades no se transmiten de persona a persona, el riesgo es alto en hospitales, centros de trabajo y residencias con sistemas de agua mal gestionados.

Variedad de especies y fuentes documentadas de Legionella

Hasta la fecha, se han identificado más de 50 especies de Legionella y 70 tipos diferentes (serogrupos), los cuales han sido documentados en diversas fuentes de agua y ambientes. Entre las fuentes comunes se incluyen torres de refrigeración, piscinas (especialmente en países escandinavos), sistemas de agua doméstica y duchas, máquinas de hacer hielo, vitrinas refrigeradas, jacuzzis, aguas termales, fuentes ornamentales, equipos dentales, suelo, líquido de limpiaparabrisas de automóviles (especialmente si se llena con agua en lugar de líquido limpiador), refrigerantes industriales y plantas de tratamiento de aguas residuales.

Es importante señalar que ciertos sistemas de aire acondicionado, como los de hogar, automóviles o ventanas (frecuentes en hoteles), que no usan agua para enfriar el aire, no representan una fuente de infección.

Legionella pneumophila bajo el microscopio
Legionella pneumophila bajo el microscopio (ResearchGate)

Transmisión por aire

La Legionella puede propagarse a través de pequeñas gotas de agua que quedan suspendidas en el aire. Al inhalar estas gotas, las bacterias ingresan al sistema respiratorio e infectan las células de nuestras vías aéreas, causando enfermedad. Este es el método de transmisión más común de la Legionella.

Depósitos ACS – tratamiento anti-Legionella y Real Decreto 487/2022

Para combatir la Legionella en sistemas de agua, es fundamental aplicar tratamientos específicos, como la cloración, el uso de biocidas, y el tratamiento térmico en los puntos de mayor riesgo. El Real Decreto 487/2022 establece las normas sanitarias para la prevención y control de la Legionella en instalaciones de riesgo, imponiendo requisitos claros de mantenimiento y control de calidad. Este decreto obliga a propietarios y gestores de instalaciones a realizar revisiones periódicas y a mantener registros detallados de los tratamientos realizados, asegurando un ambiente seguro para los usuarios.

Factores de riesgo y cómo prevenir la Legionella en aguas estancadas

Evitar la proliferación de Legionella implica mantener los sistemas de agua en condiciones óptimas. Aquí algunos consejos prácticos:

  • Control de temperatura: Mantén el agua caliente por encima de 50°C y el agua fría por debajo de 20°C. Estas temperaturas inhiben el crecimiento de la bacteria.
  • Mantenimiento periódico: Limpia y desinfecta regularmente sistemas de agua, tanques y tuberías.
  • Evitar zonas estancadas: Asegúrate de que el agua circule adecuadamente en todos los sistemas, evitando lugares de baja circulación.

¿Por qué es clave la prevención en edificios e instalaciones?

En edificios con sistemas de agua extensos, el riesgo de Legionella aumenta considerablemente. Las residencias de ancianos, hospitales y oficinas son especialmente vulnerables, ya que cualquier fallo en el sistema puede suponer un riesgo para cientos de personas.

Conclusión

La Legionella en aguas estancadas es una amenaza silenciosa, pero con un buen mantenimiento y prevención, es posible evitar problemas de salud graves. Invertir en la seguridad de los sistemas de agua no solo protege a los ocupantes de edificios, sino que también cumple con la normativa sanitaria.

Referencias

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Puede la Legionella contagiarse entre personas?

No, la legionelosis y la fiebre de Pontiac no se transmiten de persona a persona.

¿Es segura el agua potable si contiene Legionella?

La Legionella afecta principalmente cuando se inhala a través de aerosoles, pero no es común que cause problemas al beber agua contaminada.

¿Qué medidas de desinfección son más efectivas?

La cloración y el tratamiento térmico son dos métodos efectivos para eliminar la Legionella en sistemas de agua.

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